Dragon Ball Z: Infinite World (PlayStation 2)
DIMPs no podía haber escogido un nombre mejor para culminar la serie Budokai en PlayStation 2. Infinite World reúne en un DVD DBZ y DBGT, con más de cuarenta personajes seleccionables y un completo modo Dragon Mission en el que recorremos a golpe de combates y minijuegos la historia de Goku desde la segunda etapa del anime.
Durante el pasado Tokyo Game Show tuvimos el placer de entrevistar a Yasu Nishimura, uno de los productores del juego que hoy presentamos, en el que muy amablemente desvelaba algunos de los secretos de la nueva y al parecer definitiva entrega de la serie en PlayStation 2. En los pocos minutos que duró la conversación, Nishimura encontró la oportunidad para afirmar que Infinite World es un proyecto ambicioso, en el que se han puesto altas expectativas; “Hemos querido hacer de Dragon Ball Z: Infinite World un juego que recoja lo mejor de los anteriores Dragon Ball para la consola." Teniendo en cuenta el nivel que ha alcanzado la serie de Akira Toriyama, no cabe la menor duda de que son palabras mayores las del productor.
Infinite World proviene de un proyecto ambicioso, planteado desde un punto de vista diferente al que estamos acostumbrados en los últimos años. Quizás a modo de reconocimiento para los miles de fans de la saga que andan desperdigados alrededor del mundo o simplemente por querer ofrecer un pequeño soplo de aire fresco, el pilar principal sobre el que se sustenta el juego es un pseudo modo historia bautizado como Dragon Mission en el que a través de misiones de diversa índole recorremos la historia de Dragon Ball Z y Dragon Ball GT. En él se combinan a partes iguales los combates y los minijuegos de diversa índole; desde fases en 3D de exploración hasta entrenamientos en los que será menester pulsar en el momento justo los botones que nos indica la pantalla.
Un viaje por la Historia
Parece evidente que el objetivo de Dimps es el de introducir novedades en el modo en el que se narra el argumento. La ausencia del modo Torneo hace que todo el peso del juego se desplace hacia esta nueva modalidad, que retoma la perspectiva del modo Historia de Budokai 2, con un mapa principal sobre el que encontramos las misiones destacadas mediante un icono representativo pegado en el escenario. Nos desplazamos con Goku de un punto a otro al tiempo que Bulma nos explica en un recuadro a la derecha de la pantalla en qué consiste la misión, y ya una vez dentro de la misma conoceremos los requisitos que tenemos que cumplir para completarla con éxito y pasar a la siguiente.
El sistema de juego es llevadero, el argumento se va narrando según la trascendencia de la misión en la que hayamos caído, y generalmente se recurre a los compases previos o posteriores de los combates para aclarar los motivos de cada enfrentamiento. Los primeros compases de la aventura toman lugar desde la etapa Saiya, en la que tomamos contacto con el sistema de combate frente a Raditz, que ha secuestrado al pequeño Gohan. Así pues, en la primera misión del juego se presenta ante nosotros un motor en tres dimensiones en el que contamos con un tiempo límite para reunir todos los objetos del escenario y atravesar un número determinado de puertas o checkpoints, único requisito para completar el nivel.
Una vez finalizado aparecen en pantalla las estadísticas de la misión junto a la calificación que hayamos obtenido, que segundos más tarde se ve reflejada en la cantidad de zenis –la moneda de cambio- con los que somos recompensados. Los zenis son imprescindibles para adquirir las habilidades con las que aumentamos las posibilidades de cada personaje, y también la única vía para desbloquear nuevos luchadores, que sólo se pueden adquirir en las tienda del menú principal del juego, uno de los pocos modos que encontramos salvo el de Entrenamiento y uno oculto que desbloquearemos al terminar por primera vez el modo historia.



